Cotillo

El Cotillo es un pequeño pueblo pesquero situado en la costa oeste de Fuerteventura. Pese a su reducido tamaño, posee un gran valor tanto para los residentes en la isla como para los visitantes: su sabor marinero, sus extensas playas vírgenes por un lado y las lagunas con aguas cristalinas y arena blanca por otro, el sabor del mar servido en una amplia variedad de restaurantes y, sobre todo, la puesta de sol que cada día nos regala la naturaleza, hacen que El Cotillo fascine a todo aquel que tiene la suerte de conocerlo.

Seductoras puestas de sol

Cada día, El Cotillo ofrece un espectáculo mágico: cada puesta de sol cayendo sobre el Atlántico es una experiencia única. El cielo se tiñe de naranjas, amarillos, rosas y violetas, las nubes se convierten en obras de arte, el mar salpica la costa incesantemente creando una fiesta para los sentidos. La paz, el sosiego y el sensualismo de cada atardecer es insuperable.

Playas y playas

Cantidad de playas rodean el pueblito de El Cotillo, elegidas en varias ocasiones como algunas de las mejores playas de Europa por los turistas. Hacia el norte, en dirección al bello faro de El Tostón (hoy convertido en museo de la pesca tradicional, de visita obligada), playas pequeñas, de mar tranquilo que forman lagos gracias a las rocas volcánicas que las rodean, de arena muy blanca y aguas increíblemente cristalinas. Es el caso de la playa de La Concha, Los Lagos y Los Charcos, entre otras.

Hacia el sur, el escenario de la costa es muy distinto pero igualmente cautivador: extensas playas vírgenes de varios kilómetros de longitud, como Piedra Playa, de aguas salvajes y arena fina y dorada, apropiada para la práctica del surf y otras actividades náuticas.

El sabor del mar llevado a la mesa

El Cotillo ha sabido custodiar su carácter pesquero con el paso de los años y adaptarlo a los visitantes sin perder autenticidad. La tradición marítima se vislumbra por todos los rincones del pueblo, desde los clásicos barquitos del pequeño puerto, hasta el antiguo muellito, hoy convertido en el centro gastronómico de la zona. Es común ver a los pescadores cada día descargando la captura de la jornada, que luego es servida en los múltiples restaurantes que alberga el pueblo. Cabrillas, sargos, meros, chernes, calamares, pulpos, viejas… son algunas de las exquisiteces que ofrece la costa de El Cotillo y que los cocineros del pueblo se afanan en preparar de la forma más fresca y natural, servidos junto con papas arrugadas con mojo, queso majorero y otras delicias de la tierra majorera.

El Cotillo es uno de esos lugares del mundo que enamoran, pero es difícil explicar con palabras el por qué. Simplemente hay que verlo y, sobre todo, sentirlo.